Hace más de año y medio escribí mi anterior post y dejé abandonado el blog porque me parecía que los días pasaban y con respecto a la pandemia no había ningún cambio (en realidad, parece que no había cambios nunca, en nada). De hecho, quería muy en el fondo pensar que no existía, que probablemente era cuestión de esperar un par de meses, portarnos “bien” y esto acabaría, el virus se extinguiría y todo volvería a ser como antes. Evidentemente estaba equivocada.

Es enero de 2022 y la desgraciada pandemia sigue acá haciendo nuestra vida, tal vez no miserable, pero si más acartonada y poco emocionante. Pienso que ha sido especialmente dura para los niños y adolescentes, pues les ha robado muchísimo tiempo y contacto, experiencias, amigos. Hemos celebrado ya varios cumpleaños encerrados en casa, los 4 solos.

Debo decir también que hemos sido de los grandes afortunados del mundo que no sólo hemos podido mantener nuestro trabajo y nuestra salud, hemos incluso construido una casa, nos hemos mudado de pueblo y por consiguiente de guarderías y colegio.

Mi intención con estos posts, es revivir en unos meses o incluso años toda la situación, pues habrá detalles que se olvidarán para bien o para mal, así que acá van algunas de las cosas que han pasado desde mayo de 2020…

Diciembre de 2020: 1. Papá (63), mamá (58), hermana (33) y sobrina (2) enfermos de covid. La vacuna está desarrollándose en su última fase de pruebas, pero no llega a tiempo para evitarles la infección. Afortunadamente con síntomas leves, en donde mamá fue las más afectada con mucha fatiga y dolores tanto musculares como articulares. Alcanzamos a asustarnos, pero todo salió bien y estaban sin problema 15 días después obviamente no había pruebas gratis que lo confirmaran, pero con un poco de dinero comprobaron el temido positivo. 2. Nos mudamos, lo que significó construcción de casa, venta del apto anterior, camiones llenos de cosas en medio de la pandemia. Éxito a pesar de verlo todo en nuestra contra.

Primer trimestre de 2021: las vacunas han sido aprobadas, hay dos raritas con tecnología nueva (BioNTech & Moderna), una china y la de Oxford (AstraZeneca). No vemos la opci3de vacunarnos pronto y según la calculadora alemana de citas, estaríamos recibiendo primera dosis en septiembre/octubre. Hay muchas dudas én la población, en especial debido al corto tiempo de pruebas (que al final no es del todo acertado) y por eso hay muchos reticentes a aceptarla cuando se pueda. No hay obligación para aplicarsela.

Abril 2021: hijo (7) cambia de clase, pero al tener una incidencia de casos tan alta (160 x c/100k habitantes) se decide homeschooling y conoce a sus compañeros por videoconferencia. Triste.

Siguiente post, segunda parte

Finalmente después de muchas semanas no solo de esperar una fecha sino por lo menos algo de información, hace un par de semanas nos llegó la confirmación de la vuelta a la guardería de los niños menores de 6 años. Así como en el colegio, la vuelta es escalonada y desde la semana pasada la nena volvió 2 o 3 veces a las semana en el horario habitual.

En cuanto a las medidas de higiene, se requiere el uso de mascarillas para los adultos, solo una persona puede llevarla o recogerla y no se ofrece almuerzo a medio día. Aunque pensamos que la vuelta sería difícil, la niña ha dormido y comido sin problemas a pesar de que no va muy a gusto en las mañanas. Para nosotros es un alivio a nivel laboral pues yo ya logro terminar mi trabajo en el tiempo en el que ella está en la guardería y por la tarde puedo dedicar tiempo completo sin problemas a ellos.

Cuando el niño vuelva a clase presencial en el colegio, por lo menos durante un par de dias/semanas tendremos una normalidad similar a la pre-covid. Aunque la verdad, teniéndolos tan cerca es fácil acostumbrarse a quedarse en casa con ellos.

Tengo la suerte de que mi hijo siempre ha hecho los deberes del colegio sin mayor problema y más bien poco drama.

Esta situación nos ha llevado a los padres de hijos en edad escolar a hacer home schooling, que a veces funciona y otras veces no. Nos enfrentamos a esto padres sin ninguna experiencia ni estudios de docencia, sumando además el trabajo y la organización de la casa y a veces también sin paciencia y/o ganas.

A mi hijo le han dado un paquete de material de trabajo cada semana para que se envíe por correo a la profesora. Todos los martes hay clase virtual de 45 minutos en donde se ve con sus compañeros por una pantalla y es la interacción más cercana que tienen. Del cole se fueron casi todas las cosas buenas, quedó la responsabilidad de entregar tareas, los tiempos y la presión. Hasta en los niños más animados de ir al cole, hay falta de motivación a veces y a los padres se nos hace duro alcanzar a todo, pues el trabajo a tiempo completo está ahí, sigue la responsabilidad, las reuniones, los deadlines. O se cuida niños o se trabaja, pero ambas es imposible o posible pero mal hecho.

Por cierto… Las hojas y la tinta de la impresora están en sus horas más bajas.

Por lo menos hasta el fin del año escolar, es decir, hasta septiembre, los niños visitarán el colegio pero no será como siempre. Hace unas 2 semanas hemos recibido la confirmación de que los niños de 4ta clase vuelven al colegio esta semana, pero aún no sabíamos que pasaría con las otras clases de primaria.

La regulación indica que los niños deberán recibir 10 horas de clase a la semana, lo que hace dos horas al dia: una miseria para lo que antes tenían. Nuestro colegio afortunadamente ha querido invertir más tiempo en pensar que es lo mejor para los niños de acuerdo a la capacidad de profesores y aulas. Así que después de las vacaciones de junio, los niños tendrán clases en semanas alternas, haciendo una semana presencial de 4 horas diarias y una semana de home schooling hasta que lleguen las vacaciones de verano: lo que da 3 semanas de clase en el colegio.

Muchos niños quieren realmente volver, lo necesitan, pero otros como el mio están bastante cómodos en casa. Me pregunto cómo podrán mantener las reglas que se imponen ahora a la nueva vuelta al colegio: la distancia entre los niños no puede ser menor a 1,5mts, deben tener mascarilla cuando no estén en el salón de clase y no habrá venta de comida en el colegio. A que van a jugar si perseguirse y tocarse esta prohibido? Afectará su desarrollo afectivo y social a largo plazo? Me llena de tristeza esta situación, por ellos, pues nosotros ya vivimos esa etapa bonita de la niñez donde expresas tu emoción o tu tristeza con un abrazo fuerte a tus amigos, a todos tus amigos.

Por supuesto que quiero protegerlo del virus y protegernos a nosotros, pero a que precio? Una gran impotencia es el sentimiento que me llena el corazón con esta situación. Al menos me alegra que pueda volver ver a sus amigos, sus profesoras, porque al colegio se va a aprender mas que las sumas y las letras.

Restaurantes para recoger y con servicio a domicilio están abiertos. Las peluquerías, han abierto a principio de mes para infortunio de muchos pelos y muchas canas. Los supermercados siguen igualmente abiertos, como antes. Las tiendas han abierto, no sólo las que tienen extensión de menos de 800mts2, sino las más grandes. Los parques, los PARQUES! De niños también han vuelto a ocuparse y suenan gritos y llantos que dan vida a pueblos y ciudades. El zoo volvió a abrir para las personas que tenemos la tarjeta anual, así que mañana la vamos a reestrenar.

Por otro lado, em la empresa donde trabajamos ha vuelto el 30% de los empleados, aunque se sigue apostando principalmente por el home office. Nos entregarán dos mascarillas a cada empleado para usar cuando no se pueda asegurar mantener la distancia de seguridad mínima de 1,5 mts con los colegas. No se como es la vuelta a la oficina, porque no he ido y seguramente no lo haga hasta mitad de junio o incluso septiembre. Ya se vera…

Estas restricciones de distancia de seguridad, no tocarse, mascarilla cuando sea posible, desinfectantes en cada esquina, no son sólo en la empresa sino también en cada tienda, panadería, supermercado, medio de transporte. Hay que hacer filas a una distancia de 2 mts de la siguiente persona para poder entrar siempre y cuando el aforo no se haya completado. A la pregunta de mi hijo de cuando volvemos a la normalidad, mi respuesta es: no se si habrá de nuevo la normalidad que conocíamos.

Esta nueva normalidad no es exclusiva de Alemania pues mis papás y mi hermana en Colombia también tienen los movimientos muy restringidos. Allí los hombres salen un día y las mujeres al otro, para exponer menos a los policías al hacer el control de desplazamiento. No creo que haya normalidad en ningún lugar.

El 28 de abril dejé de escribir este diario, ya poco más de dos semanas atrás porque sentía que no pasaba nada nuevo, los días se han vuelto muy rutinarios y pensé que escribir sobre lo que pasaba en la comida y con los niños en un día normal no era interesante. Hasta que hoy leí la revista TIME, a la que estamos suscritos y que nos llega semanalmente. Una pequeña nota en esta revista me impulso a retomar este blog, este diario que ya no será diario.

El comentario que me despertó y me impulsó de nuevo fue ver que la situación actual es tan extraordinaria que en 30 años habrá historiadores recordándola, investigando, buscando historias en los tweets, en los blogs, en los periódicos y en los libros que ahora mismo se están escribiendo. Creo que vale la pena ayudar a escribir un poquito la historia, así que estoy de vuelta y aunque a veces parezca rutinario y aburrido, puede ser que nuestro día a día sea extraordinario.

Por cierto… Aun estamos en casa, los niños incluidos.

Se ha discutido mucho de las ventajas del trabajo remoto, desde casa, como salvador de muchas empresas en esta época de crisis. Muchas compañías, como en la que trabajamos, ya disponían de la infraestructura necesaria para esto, y el cambio fue fácil. Ahora se establece la vuelta al trabajo escalonada en donde, sin tener colegios ni guarderías abiertas, muchos no volveremos sino hasta la última fase de implementación.

El plan es que entre el 30 % en el primer tramo, se complete hasta el 50% en el segundo y al final vuelva todo a la normalidad. Yo no volveré sino hasta el último momento posible, pero me gustaría que no fuera una obligación, que siguiera primando el trabajo desde casa que evita trayectos (y con esto, contaminación), estrés, disminución de efectividad y fomenta la compatibilidad con la vida familiar, en especial si se tienen hijos.

Me gustaría que la nueva normalidad fuera un poco más casera, que hayamos aprendido algo, que hayamos podido disfrutar a nuestros niños tanto, que no queramos separarnos tanto de ellos. Me temo que desafortunadamente no será así, pero intentaré por mi parte, usar todos los medios para que este terreno ganado en favor de la familia y los hijos, no se pierda.

Cada vez se habla más de la vuelta a la nueva normalidad por estos lados, permitiendo la vuelta al cole de algunos niños y la apertura de comercios. Un nuevo paso adelante fue la oferta de cuidado de emergencia para niños cuyos padres tengan que estar obligatoriamente presentes en el trabajo, que es una expansión de las condiciones iniciales para hijos de médicos, policías, enfermeras, etc.

A pesar de que muchos trabajos se pueden hacer desde casa, muchas empresas están otorgando el certifique permite acogerse al “beneficio” de ese cuidado para niños. Me da la impresión que se quiere volver a la normalidad económica a toda costa, cllo teniendo la sensación que todo quedó en el pasado.

Quisiera equivocarme, pero si la tendencia permanece, la vuelta a los trabajos será mucho más pronto de lo esperado, generando un nueva ola del virus. Los números son tan buenos en Alemania, que la gente se está relajando mucho.

Hoy es el inicio de la obligatoriedad del uso de mascarillas en transporte público y compras, pero el sábado vi muchos sin ella. Las multas propuestas, al menos en Bavaria, tienen un importe desde 150 euros. Ya veremos si realmente pondrán multas o no, pues los policías están también dudando de las medidas.

Ojalá estos meses no hayan generado una falta de conciencia, una falsa alarma.

Hoy, después de muchas semanas, los niños españoles salieron a la calle, pues parece que los políticos escucharon a padres y educadores pidiendo un poquito de flexibilidad para los más pequeños.

Periodistas y blogger@s escriben en estos días toda clase de listas con tips a tener en cuenta al salir con los niños a la calle. Al leer los comentarios y preguntas donde ni los mismos papás saben si tomarlos de la mano al salir (y los periódicos respondiendo que no es recomendable 😳😳) me deja bastante desconcertada. Me es inevitable comparar la situación en España y en Alemania, pero no me esperaba una diferencia tan abismal.

Mientras acá los niños siguen saliendo todos los días sin restricciones de duración ni de horarios, haciendo deporte o solo caminando por donde quieren con su familia, la salida en España solo se puede hacer con un adulto (aunque viva con más en la misma casa) durante máximo una hora a máximo un kilómetro de distancia de su casa. No recomiendan tocar el mobiliario público (con cierta razón), pero se les van las luces al no recomiendar ni toca el pasto.

Mientras los niños acá se siguen bañando 2 o 3 veces por semana, sin que haya pasado nada, en España recomiendan que se bañen nada más llegar, que desinfecten zapatos, ruedas de carritos y dejen en cuarentena la ropa que salió de casa. Pero que normalidad es esa? Que miedo se les mete a los niños? Si que es verdad que hay que tener cuidado, lavar manos, no tocar se la cara, pero parece que lo que quieren es que leviten y que lleguen a casa directo a ser hervidos.

Me rompe el corazón leer cosas así y no me sorprende que haya niños aterrorizados que no quieren salir. A ver cuantos traumas infantiles quedarán después de todo esto.

A pesar de que en muchos países, ha sido muy común el establecimiento de clases virtuales para niños de colegio, nosotros viviendo en un pueblo y con un niño de primera clase de primaria, no habíamos tenido un contacto tan cercano.

Esta semana, después de que se haber terminado las vacaciones de semana santa, han llegado nuevos deberes para los niños y como novedad, una conexión con la profesora y los niños del curso un par de veces a la semana.

La emoción de mi hijo se evidenciaba especialmente un par de horas antes de la primera cita esperada. Al ayudar a conectarse me invadió un sentimiento enorme de tristeza, de ver a esos pequeñitos frente a una pantalla, viendo como sus amiguitos los saludaban, pero no querían verlos así, querían salir a correr con ellos, tomar la merienda con ellos, abrazarse.

El sentimiento se mezcló también con la enorme ternura que inspiran niños de 6 o 7 años que no saben bien como funciona esta tecnología, no saben cómo hablar, les cuesta expresarse igual que cuando tienen a las personas frente a frente. La profesora hizo lo mejor que pudo, les preguntó cómo estaban, como se sentían, les leyó, imagino que con el corazón un poco roto. Seguramente muchos padres también lo sintieron así.

En esta situación hay muchos héroes y sin duda los niños hacen parte de ese grupo. 💖